Siempre digo que los mejores lugares son los que te encuentras después de rebuscar un buen tiempo. Y aunque está siendo la feria de libros, decidí dar una vuelta por el casco histórico, y volver a uno de esos lugares tan recónditos en los que parece que la aguja del tiempo se congelase.
Atravesando las callejuelas y sintiéndome en la piel de un visitante, me sentí perdida por un instante, pero al fin y al cabo, ¿Qué es sino la aventura?
Bajando el estrecho camino empedrado, pude ver como asomaban las ramas verdosas movidas por el viento. Ya estaba, había llegado! Se trata de un olivo centenario, el primero que hace cientos de años se plantó en la ciudad compostelana. Y a sus espaldas, que mejor que negocio que, una librería. Lo que llama la atención de estos elementos es la historia envolvente del olivo, la fachada rojiza de la librería así como las casas y la piedra de las calles y paredes que nos rodean de misterio. Sin embargo, cuando cae la noche, se transforma en un espacio de fiesta ya que cuenta justo al lado con el pub Havana.
¿Cómo podemos llegar?
Como hemos dicho se trata de una plaza localizada en Rúa de Xerusalén en Plaza Cervantes. El acceso es muy sencillo por esa zona, para no perderos es lo mejor, Si os sentís algo desorientados tened en cuenta la pensión A Casa do Peregrino y justo al lado encontrareis la callejuela.
Esta calle formaba parte del antiguo barrio judío que habitaba en Santiago de Compostela. De hecho, la Rúa de Xerusalén nace de la iglesia de San Miguel de Agros y si siguiésemos la calle cuesta arriba, nos encontraríamos con la Plaza de San Martiño dónde está situado el Monasterio de San Martín Pinario y por encima si seguimos caminando por la misma calle, nos situaríamos en Rúa da Porta da Pena dónde se ubicaba en otro tiempo una de las siete puertas de la muralla.
