La vida de Valle-Inclán es un ir y venir, su gran capacidad para acapar conservaciones le llevó a ser la cabeza de diversos acontecimientos legendarios ya que muchas son las leyendas que rodearon éste peculiar hombre, la más conocida el motivo de la pérdida de su brazo izquierdo. El autor de Luces de Bohemia o Tirano Banderas brindó a los presentes de un café de Madrid a una de las historias más macabras: ``La Leyenda del Estofado´´.
Ésta leyenda cuenta como en su estancia en un palacio de Galicia, su sirviente le comunicó muy preocupado que se habían agotado todos los ingredientes disponibles para cocinar un estofado, entonces sin dudarlo le pidió un cuchillo. En ese momento, Valle-Inclán remangó su camisa, estiró el brazo y le dijo `` Corta un buen trozo´´, ``En ésta casa nunca va a faltar la comida´´.
Ésta historia rondaría la figura del escritor y su ingenio a la hora de contestar preguntas a los periodistas o contar anécdotas a los más curiosos. Sin duda, ésta historia no era cierta, la verdadera razón fue un encuentro fatal con el escritor y periodista de la Generación del 98, Manuel Bengoechea, que tras una fuerte discusión, acaba por alzar su bastón para golpear a Valle-Inclán y éste a su vez trata de protegerse con dicho brazo. Esto originó una profunda herida que acabó infectada y con el brazo engangrenado. Cuya consecuencia fue el posterior apuntamiento. O eso se creyó durante muchos años, lo cierto es que nunca llegó a realizarse ninguna intervención, la causa real de la pérdida de la extremidad izquierda fue una rotura ósea.
Pero supongo que en la mente de un novelista todas las posibilidades son válidas y la credibilidad de las historias depende en la manera de contarlas y en la inocencia de cada uno.
Su paso por la capital gallega estuvo y sigue estando tan marcada que en el Paseo de los Leones de la Alameda de Santiago de Compostela, podemos ver una estatua de bronce muy realista en la que se encuentra sentada en un banco mirando hacia la Catedral, como solía hacer Valle-Inclán en vida. Una bonita forma de recordar una secuencia de la vida del escritor pontevedrés.
Como curiosidad, explicar el motivo de la retirada temporal de las gafas de la obra en cuestión. En ocasiones, las gafas son retiradas como consecuencia de los vándalos que las arrancan. Entonces tardan unos días en restaurarlas, para colocarlas de vuelta a los ojos de un pensador callado que sigue observando la Catedral a lo lejos y la gente pasar.
FUENTES: ABC